El reloj marcaba las 10 y 57, el profesor de la clase de
investigación social, Juan Sebastián Cobos, entra al aula, vestido con una
chaqueta de cuero café y una camisa rosada, para dar inicio a una nueva sesión.
Como ya es rutina, empezamos leyendo las bitácoras de los
estudiantes. “Sorprendentemente” nadie quiso ser voluntario para que su
bitácora sea leída, algo ya habitual, pues normalmente a mis compañeros
(incluyéndome) no les gusta mostrar su trabajo a las demás personas, ya sea por
pena, porque simplemente no les gusta, o por alguna otra razón.
“Los últimos serán los primeros” dijo un estudiante, el cual quedó ante el ojo del profesor, quien inmediatamente le pidió mostrar su bitácora al
resto, sin embargo, no había subido la bitácora, o no la había hecho, quién
sabe… Por esta razón, Cobos decidió llamar lista y varios todavía no estaban en el aula, o no habían compartido
la bitácora con él. Es por esto, que el profesor, muy amablemente dio tiempo para que
lo compartieran, cosa que no hacen la mayoría de los docentes y prefieren
ponerles un cero. Ese acto amable del profesor no fue gratis, ya que decidió
escoger los trabajos recién enviados, o mejor dicho twitteados.
Para el alivio de otros, el texto de Daniela Triana fue
el escogido. Unas observaciones dadas por el Cobos fueron las siguientes:
cuidado con las tildes y fue un análisis interpretativo de la clase, mas no
intertextual. Además agregó “Por qué les da pena,
si son comunicadores, a los 21 años me daría mucha pena que me leyeran en
público, pero hay que dejar la pendejada porque ustedes se están formando para
eso”, después de decir lo anterior, como motivación para que hayan más
voluntarios dará unos puntos extra de participación, sin embargo, una vez más
nadie levanta la mano.
Luego de leer las bitácoras, hablamos sobre el trabajo
que debe ser entregado después de semana santa. Este texto es de suma
importancia para el profesor, porque hay cosas que ni la universidad, ni los
profesores pueden enseñar, sino que uno lo aprende a partir de las experiencias.
Aclaró que pueden ir varios al mismo sitio porque son textos diferentes, cada
uno lo hace individual, la idea es buscar una historia diferente que contar y
desde que sea novedoso para cada uno, está bien, sin importar que hayan hecho
el tema anteriormente por estudiantes de otros semestres.
Uno de los trabajos que todavía le llama mucho la
atención, es de unos estudiantes del semestre pasado que fueron a salas de
velación y explicaron cómo los colombianos entierran a sus muertos, todo en
detalle, lo describió como una investigación social excelente. Después de dar
algunos ejemplos de temáticas que pueden ser interesantes para escribir una
etnografía, mis compañeros dieron sus temas. Algunos de ellos eran: ir a un
pueblo fantasma, mezquitas, burdeles, la morgue, falsos positivos, cárcel para
militares, gigolós, etc.
Más adelante, aproximadamente unos 40 minutos de dar
iniciada la clase, pasaron unas compañeras a exponer “La investigación acción
participativa”, más conocido por sus siglas IAP, es uno de los enfoques
favoritos de Cobos, pues es muy parecida a la materia de comunicación para el
desarrollo.
Este enfoque nace en los años setentas y tiene como base
la teoría de la dependencia crítica al capitalismo. Es un proceso por el que
los miembros colectan y analizan la información, para encontrarle soluciones,
la cual crea una acción de generar una transformación (que tenga un efecto), es
decir, tiene que traer un cambio estructural en las organizaciones.
Según Aida Quiñones la IAP se centra en “pensar desde la historia, es decir, pensar desde lacrisis, en el movimiento concreto del mundo de la vida, involucrando el sujetocomo parte de ese movimiento, con la idea de un sujeto pensante ytransformador”. Busca responder 2
preguntas principales para que y para quien, no hacer prejuicios y buscar la
objetividad en la realidad; la misma sociedad es la que encuentra la solución a
ese problema de investigación.
Algunas de las ventajas de este modo de investigación
son:
Lleva a la
comunidad comprender los problemas y necesidades
Aporta
conocimiento empirico
Genera ambiente de
autoaprendizaje
Pero así como hay
blanco, hay negro, por lo tanto esta forma de entender la realidad también
tiene algunas desventajas:
Toma mucho tiempo
La comunidad puede
manipular el investigador
Complicado
mantener la objetividad
Todas las clases el profesor relaciona las metodologías
con frases, cosa que se me hace más peculiar. Por ejemplo, en la fenomenología
“cada uno cuenta la fiesta según le fue”, en la teoría fundamentada “caminante
no hay camino se hace camino al andar”, en la observación participante “a donde
fueres haz lo que vieres” y en esta es “lo que nada nos cuesta, hagámoslo
fiesta”.
El profesor volvió al tema de la etnografía, ya que
varios de mis compañeros de clase seguían teniendo dudas respecto a el texto para
entregar. Es por eso que Cobos nos explicó que toca tener una empatía con una
técnica, nueva para nosotros, que se llama Rapport. Esta consiste en
sincronizar la respiración con lo auditivo, kinestésico y visual.
Todo el tiempo hacemos eso porque estamos diseñados para
conectarnos a través del cerebro, sentir que uno tiene conexión con el otro
inconscientemente. La idea es sincronizar los movimientos e imitar los gestos,
pero toca ser muy sutil, porque sino puede asustar al entrevistado.
Yo intenté de hacer Rapport con mi novio, a pesar de que
fallé, fue muy chistoso porque él no entendía lo que yo hacía. Estábamos teniendo
una conversación sobre motocross, él contándome cómo le fue con sus amigos y yo
intentaba además de ponerle atención, imitar sus gestos o movimientos. Creo que
de pronto exageré un poco, porque interrumpió lo que me estaba diciendo para
decirme, ¿por qué me remedas?, a penas dijo eso me dio mucha vergüenza y paré
de hacer el experimento; me di cuenta que el Rapport no es lo mío.
Retomando lo visto en clase, faltando cinco
minutos para que se acabara, el docente nos pidió ver la película avatar (o repetírsela
en caso de que ya la hubiéramos visto) y responder unas preguntas respecto a
los temas vistos en clase. Toca responder unas preguntas que están en virtual
sabana y hacer otra entrada en la bitácora.
A penas el profesor terminó de decir eso,
cerré mi computador, lo guardé en mi maleta y salí del aula.
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